Turrón, mantecados, bombones, trufas y cómo no, me uno a la causa de la dieta navideña contribuyendo con las famosas galletas de jengibre o como los angloparlantes dirían “The gingerbread man”.
Pues resulta que estas galletas con forma humana tienen hasta su propio cuento, donde el hombrecito de jengibre se escapó del horno donde había sido cocinado y corrió y corrió escapando de varios animales, pero al final acaba siendo devorado por un zorro ¡Este hombrecito que creía que no iba a ser zampado!